Los nueve meses de embarazo han pasado volando y ahora te encuentras por primera vez con un hambriento bebé en tu regazo. ¿Cómo hay que darle de comer?, ¿la leche del pecho será suficiente para saciarle? Lee nuestras claves y despeja tus dudas.
10 claves de la lactancia materna
Cada una de las clases de leche materna sirven para ayudar a crecer al bebé, descubre algunas de las claves sobre dar el pecho al bebé y mucho más a continuación:
1. Comienza a amamantar a tu bebé pronto: la mayoría de los bebés están dispuestos a mamar durante la primera hora después del parto.
2. Ofrece el pecho a tu bebé a menudo, día y noche: un recién nacido normalmente mama entre 8 y 12 veces en 24 horas, pero no mires el reloj y dale el pecho cada vez que busque o llore, sin esperar a que "le toque".
3. Asegúrate de que el bebé succiona eficazmente y en la postura correcta.
4. Permite que el bebé mame del primer pecho todo lo que desee, hasta que lo suelte, después ofrécele el otro.
5. Cuanto más mama el bebé, más leche produce la madre: no es necesario sentir el pecho lleno; la leche se produce principalmente durante la toma gracias a la succión del bebé.
6. Evita los biberones "de ayuda" y de suero glucosado: la leche artificial y el suero llenan al bebé y minan su interés por mamar. Sin embargo, puedes optar por adquirir cualquiera de los productos que te ayudarán a dar el pecho y hacer más sencilla la lactancia materna.
7. Evita el chupete, al menos durante las primeras semanas, hasta que la lactancia esté bien establecida.
8. Recuerda que un bebé también mama por razones diferentes al hambre, como por necesidad de succión o de consuelo: ofrecerle el pecho es la forma más rápida de calmar a tu bebé.
9. Cuida tus pechos: masajea tus pezones de forma circular en el sentido de las agujas del reloj para perder sensibilidad. No frotes tus pezones con esponjas ni los laves con jabón, ya que hará que la piel se reseque y se agriete.
10. Encuentra tus momentos de descanso: aprovecha mientras tu bebé duerme para relajarte o pide ayuda a familiares o amigos. ¡Recuerda que el bebé puede percibir tu estrés!